La primera referencia conocida a estos vasos, conocidos como "biquinhos" (espigas), proviene de un catálogo de la Nova Fábrica de Vidros Marinha Grande (Ivima), de 1901. Este tipo de vidrio, engastado con punta de diamante, se producía en el siglo XIX mediante técnicas de corte manual. Posteriormente, el engaste comenzó a producirse mediante el método de prensado, que perdura hasta nuestros días. Es curioso saber que en el primer cuarto del siglo XX se consideraba anticuado y hoy en día está tan de moda.